Bajamos a la cocina
para desayunar. Mi hermano estaba allí con su paloma, llamada Yuyu, pero Mel y
yo le llamábamos Kevin. La paloma, Yuyu o Kevin, estaba volando por la cocina.
-¿Matt? ¿Qué está
haciendo tu paloma volando por aquí? Mamá y papá te van a matar.
-No es verdad, te
matarán a ti por no hacer nada.
Le fulminé con la
mirada mientras que mis padres entraban en la cocina.
-¡Matt! ¡Pon la
paloma en su sitio!- Chilló mi padre.
Mi madre se sentó en
la mesa mientras que mi hermano intentaba coger a la paloma, pero la paloma se
escapó por la ventana que estaba medio abierta.
-¡Kevin!- Chilló
Mel.
-No se llama Kevin.
¡Yuyu!- Dijo Matt corriendo detrás de la paloma.
Mi hermano se fue a
la calle en busca de su paloma, Yuyu alias Kevin.
-Un día de estos me
vais a matar del susto, primero Tasha llega tarde, después Mel se queda
embarazada, después hay una paloma en mi cocina… ¿Qué será lo próximo? ¿Una
violación?- Dijo mi madre mirándonos a Melody y a mí.
Mel me miró de reojo
y sentí como mi alma se destrozaba en mil pedacitos, ya no pensaba en eso y
ahora de golpe mi madre estaba diciéndome que iba a pasar. Miré el suelo justo
cuando entraba mi hermano en la cocina con Yuyu/Kevin en sus manos. La pobre
paloma tenía una ala rota desde que había nacido y no podía volar mucho. En las
manos de mi hermano había un periódico. Matt guardó la paloma en su jaula y le
dio el periódico a mis padres. En primera página había una foto de One
Direction, específicamente, El guarda y Zayn, cuando Zayn le pegó al guarda. Y
abajo había una del guarda encima de mí. Mi madre me miró seriamente, no se
veía muy bien que era yo, pero mi madre me conocía de sobras.
-¿Qué coño es esto?
¡Te intentaron violar?- Preguntó mi madre.
-Yo… yo…- No pude
hablar, las palabras no salían de mi boca.
-No fue su culpa,
ese tío se le puso encima cuando ella salió de allí.- Dijo Mel defendiéndome.
-¿Y tú dónde
estabas?-Preguntó mi padre enfadado.
-Estaba en el
lavabo, no me sentía muy bien.- Contestó Mel.
-No vas a salir de
casa, ninguna de las dos, Mel ahora mismo llamas a tu abuela y le dices que te
vienes a vivir aquí, ella también si quiere, ¡no pienso dejar que andéis las
dos por ahí!-Regañó mi padre.
-Pero…. Pero…- Dijo
Mel.
Mi padre cogió el
teléfono enfadado y llamó a su abuela.
Pasaron los meses,
cada día hablaba con Louis y Mel cada día hablaba con Harry, normalmente nos llamaban para
darnos las buenas noches y para despertarnos, haciendo que nosotras fuéramos
las chicas más felices del mundo. Llevaban tres meses en Estados Unidos, Canadá
y Australia. Y ahora tendrían que ir a China, Japón y Rusia. Pero se pasarían
un día por aquí para vernos. Ese día había llegado, Mel me despertó, ya tenía
una barriga lo suficientemente grande como para que el niño ya estuviera
formado del todo, aunque solo estaba de seis meses. Me vestí y Mel y yo nos
fuimos para el aeropuerto, pero no fuimos solas, mi padre insistió en
llevarnos. Desde hacía tres meses mi padre no se separaba de nosotras, no
quería que volviera a pasar lo que pasó con el guarda así que quiso que
estuviéramos con él siempre que salíamos. Pero el vuelo no llegaba, recibí un
mensaje por Whatts App. Era de Louis. “Lo siento, no podemos llegar hasta aquí
una hora, el vuelo se ha retrasado. XX Louis”. Miré a mi mejor amiga que estaba
a mi lado impaciento por que llegaran. Le comuniqué lo que me había escrito
Louis mientras ella recibía un mensaje. Supuse que era de Harry por como miraba
a su móvil. Después de leer lo mismo que había leído yo, me miró, su mirada
estaba triste.
-Chicas, ya basta, van
a llegar. Estáis obsesionadas con esos chicos, igual que las demás que están
ahí fuera. – Dijo mi padre.
Al cavo de una hora
de dar vueltas por el aeropuerto decidimos ir otra vez a la pista, Louis y
Harry habían dicho al personal del aeropuerto que nos dejaran pasar a nosotras,
les habían dado al personal nuestros nombres así que nosotras dos solamente
teníamos que dar nuestros nombres y enseñar nuestro carnet de identidad para
que nos dejaran entrar en la pista.
El avión aterrizó,
Mel tenía una gran sonrisa en sus labios que no podía reprimir. En el instante
en que ellos bajaron del avión Mel fue directamente hacia Harry y se dieron un
apasionado beso. Yo en cambio, me quedé al lado de mi padre sin saber muy bien
qué hacer, sí que había hablado con Louis cada día, y el último día que nos
vinos nos besemos, pero eso no quería decir que fuéramos una pareja. ¿No? Además
de todo eso mi padre estaba a mi lado y estaba segura de que no le gustaría
mucho si me daba un beso con un famoso que “no conocía tanto” como había dicho
anteriormente mi padre antes de salir de casa esa misma mañana. Louis vino
hacia mi padre y hacia mí, me dio un beso en la mejilla y se presentó
formalmente a mi padre.
-Soy Louis
Tomlinson, encantado de conocerle señor Sparks. Tiene una hija preciosa.- Dijo
Louis mientras estrechaba la mano con mi padre.
Me sonrojé al
escucharle decir eso, Harry y Mel vinieron con las manos entrelazadas hacia
nosotros.
-Señor Sparks, este
es Harry Styles, el chico del que le hablé.- Presentó Mel a Harry.
-¿Del que me
hablaste o del que no paras de hablar? No es lo mismo Melody.- Dijo mi padre
estrechando la mano a Harry. Mel se sonrojó y me miró buscando ayuda, sabía que
mi padre iba a conseguir que Louis y Harry se sintieran mal simplemente por conocernos,
iba a hacer lo mismo que hizo cuando le presentemos a Tom, le empezó a hacer
todo tipo de preguntas embarazosas y a decir la verdad dio miedo.- Parecéis
unos buenos chicos, pero no voy a dejar a estas dos chicas solas con vosotros,
así que si teníais pensado en hacer algo ya lo estáis cancelando, porque las
dos están castigadas y no pueden salir de casa, así que os invito a que vengáis
a comer a casa.
Mel y yo nos
miremos.- Papá, no van a venir a casa a comer, tendrías paparazis por todos
lados.- Le dije a mi padre intentando que no fueran a casa, si veían mi
habitación, que es la que compartía con Mel (ella y su abuela se habían venido
a vivir a mi casa porque mi padre quería protegernos y además para que la
abuela de Mel estuviera más tranquila y relajada), si veían nuestra habitación
verían que estaba llena de posters de ellos, sería totalmente vergonzoso para
nosotras.
-Iremos con mucho
gusto, personalmente quiero conocer a la madre de Tasha y su hermano.- Dijo
Louis mirándome.
Le negué con la
cabeza pero Harry también parecía que quería ir.
-Pero vamos a tener
un problema al salir, las fans no os van a dejar ir a ningún sitio.- Les dije.
-Estamos
acostumbrados, no os preocupéis.- Dijo Harry cogiendo la mano de Melody.
-Empezarán a decir
que el bebé es tuyo, van a empezar a decir que dejaste embarazada a una chica.-
Dijo Mel mirando al suelo.
-No me importa, que
digan lo que quieran, me gustas y ni las fans ni los medios de comunicación
arán que me separe de ti.- Dijo Harry dándole un beso en la frente a Mel.
Si decía la verdad
me daba envidia ver a Mel y a Harry así, es como a mí me gustaría estar con
Louis. Juntos, poder besarnos delante de todos, pero seguramente yo no le
gustaba a Louis, simplemente él estaría actuando como si yo le importara porque
le daba pena, la pobre chica que casi fue violada por el guardia de seguridad
de los chicos.
Nos fuimos hacia el
coche de mi padre, fue casi imposible, Mel tuvo que salir la primera para que
nadie le diera en su barriga cuando salieran los chicos, tenía miedo de que
alguien le diera fuertemente en la barriga y que algo malo le pasara a su bebé.
Mi padre y yo fuimos con los chicos, Louis me cogió la mano alegremente y le
enseñó a todo el mundo que no le importaba cogerme de la mano, sonreí y le
miré. Él me sonrió y me dio un beso en los labios mientras millones de cámaras
nos miraban fijamente capturando el momento.
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