Me pasé el resto de la tarde en mi habitación,
hasta que llegó mi madre del entrenamiento de futbol de mi hermano, mi hermano
no era mucho más pequeño que yo, solamente nos llevábamos un año.
Mi hermano picó en mi puerta y entró. Su pelo
negro estaba mojado a causa de la ducha que siempre se daba después de cada
entrenamiento, sus ojos marrones envueltos por una cantidad de pestañas negras
y largas. Era bastante alto, un metro noventa y algo, nunca me había interesado
por la altura de mi hermano, simplemente sabía que era más alto que yo.
-Mamá dice que van a venir unos amigos de ella
a cenar así que quiere que te portes bien.- Dijo mi hermano.
Le miré con las cejas levantadas.
-¿Te saltaste las clases? No me lo puedo creer
¡mi hermana perfecta se salto las clases!- Dijo mi hermano sentándose en mi
cama a mi lado.
-No me salté las clases, simplemente llegaba
tarde y para no quedarme en la entrada del instituto fui a dar una vuelta con
un amigo. –Le contesté a mi hermano.
Él rió, se levantó de mi cama y se fue.
La cena fue bastante aburrida, mis padres no
paraban de hablar sobre el trabajo y los estudios de sus hijos, mi hermano
intentaba ligar con la hija de los amigos de mis padres, pero de ninguna manera
consiguió que la chica se interesara por él, cosa que enfadó a mi hermano.
Pasaron las semanas y Mel no venía a clases,
pasaba las horas de clase junto con Tom, pero seguía castigada así que no podía
llamar a Mel, simplemente podía llamarla cuando estaba en la hora del patio,
Tom me dejaba su teléfono y yo llamaba. No sabía muy bien lo que le pasaba a
Mel, simplemente sabía que ella tenía problemas con sus padres y se había ido a
vivir con su abuela a dos horas de Londres, a Newport. Seguía castigada así que
no podía ir a verla y Mel tampoco podía venir porque decía que no se encontraba
bien, yo empezaba a pensar que lo que le pasaba era que no quería ser más mi amiga.
Mis padres decidieron que si que podía ir el día de su cumpleaños a verla así
que me dejaron ir con Tom hasta Newport. Bajé las escaleras con mi regalo para
Melody en mis manos, me tenía que encontrar con Tom en la entrada de mi casa,
pero eran las cinco de la mañana, queríamos aprovechar totalmente el tiempo.
Mel no sabía que íbamos a ir, pero su abuela nos dijo que podíamos ir, que se
aseguraría de que Mel estuviera en casa. Salí de mi casa, Tom estaba recostado
sobre el coche, una gafas oscuras cubrían sus ojos, su pelo marrón estaba
peinado con una especia de tupé, parecido a como lo llevaba Zayn Malik. Esa
mañana, se podía ver, que no se había afeitado, algo normal en él, siempre
llevaba una barba de un día, una cosa que sus padres detestaban, pero que a él
le gustaba llevar. Su camisa con una calavera azul destacaba sobre sus
pantalones blancos. Me sonrió al verme.
-Buenos días.- Me dijo mientras me abría la
puerta de su coche, algo muy normal en él. Siempre lo hacía, me trataba como si
me fuera a romper simplemente por tocar algo, como si tuviera miedo de que el
coche pudiera hacerme daño simplemente por abrir yo la puerta. Era una cosa de
esas que al principio parecen extrañas pero que después te acostumbras y dejas
que simplemente sucedan.
Una vez en el coche Tom puso música, supe que
me había quedado dormida al abrir los ojos y ver que estábamos parados en una
calle que no conocía. Miré a Tom, estaba fuera del coche preguntando por una
dirección. La mujer a la que había preguntado señaló el final de la calle y
después empezó a hacer gestos con las manos que no comprendí. Tom subió al
coche.
-Buenos días pequeña dormilona.- Me sonrió y
empezó a conducir de nuevo.
Lleguemos a nuestro destino unos cinco minutos
después de que Tom hubiera preguntado. Lleguemos a una casa no muy grande
pintada de color mostaza oscura. No era muy bonita que dijéramos, pero era
donde vivía mi mejor amiga. Fuimos a la entrada y piquemos. Hacía más de un mes
que no veía a mi amiga y sentía que habíamos perdido la amistad, que ella no
querría hablarme, no sabía ni si quiera porqué había ido, no entendía porque mi
mejor amiga no me hablaba mucho cuando la llamaba, pero en cuanto abrió la
puerta lo entendí completamente. Una gran barriga se interponía entre mi amiga
y yo, una barriga en la que cabía un bebé. Hacía tres meses que no la veía,
pero con esa barriga que tenía no parecía mi mejor amiga, se la veía cansada,
tenía grandes ojeras debajo de sus ojos grises, sus delicados labios que
siempre habían tenido una sonrisa ahora estaban en una línea resta. Sus ojos se
inundaron de lágrimas al vernos a Tom y a mí allí. Me quedé paralizada, pero no
solo me quedé paralizada yo, noté como a mi lado Tom se quedaba quieto
observando a mi amiga. Melody empezó a llorar. Instantáneamente la abracé, fue
lo primero que se me ocurrió, abrazarla estar a su lado.
-Lo siento, os lo debí contar, pero tuve miedo
de que si os decía que estaba embarazada no me quisierais más. –Dijo Melody una
vez nos sentemos en el sofá de la casa de su abuela.
-¿Cómo pudiste pensar que no querría?-Le dije
comiéndome un pastelillo que me había dado la abuela de Melody.
-¿De quién es?- Preguntó Tom mirando el suelo.
Sabía que a Tom le gustaba Melody, se notaba
simplemente con mirar como la miraba, incluso en ese instante podía ver como en
sus ojos había un brillo que no había estado ahí desde que Melody se fue.
-Adam Doyle. – Dijo mi amiga mirando el suelo
contestando a la pregunta de Tom.
-Adam… Adam… ¿Ese chico tan idiota de la
universidad?
Adam Doyle era un
chico que había estudiado en nuestro instituto hacía dos años, antes de empezar
la universidad, era un chico guapo, pero mi amiga nunca se mostró interesada
por él. Tom lo odiaba a muerte porque el padre de Adam había arrestado al padre
de Tom por posesión de drogas, algo que ni si quiera era cierto, pero el padre
de Adam había conseguido pruebas, aunque habían sido falsas y simplemente
porque Tom le pegó a Adam porque él había insultado a Mel. Adam simplemente se
lo había tomado muy mal y por lo tanto él había conseguido eso gracias a su
padre.
-Sí, Adam.- Contestó
Mel mirando al suelo sonrojada.
-¡Ese estúpido! ¡Voy
a matarlo!- Chilló Tom.
-¿Vas a matarme?-
Dijo una voz.
Nos giremos hacia la
entrada. Adam estaba al lado de la abuela de Melody. Ahora era incluso más
guapo de lo que había sido antes. Su pelo rubio arenoso estaba despeinado, sus
labios gruesos en una línea recta. Sus ojos de color verde estaban debajo de
unas gafas de sol oscuras. Se quitó las gafas y pude ver unos hermosos ojos
verdes envueltos de unas largas pestañas rubias. Me dejó sin aliento, noté como
mi boca se abría y mis ojos se abrían como platos. En dos años había cambiado,
parecía un modelo, seguramente lo era.
Tom se levantó del
sillón en el que estaba sentado, su cara roja.
Melody se levantó también.
-Tom, no pasa nada,
ha cambiado, ahora no es como antes.- Dijo Melody.
Tom se sentó
mirándome, buscando alguien que le entendiera.
-¿Desde cuándo os
estáis viendo?- Pregunté.
-Desde hace un año,
no os lo quise decir porque sabía que os enfadaríais.- Me contestó Mel mientras
se sentaba a mi lado.
Adam se sentó
también a su lado. Melody nos contó a Tom y a mí como empezó su relación con
Adam, por la tarde decidimos dar los regalos. Fui la primera en darle el
regalo, un pequeño peluche de un oso y un MP5, Tom fue el segundo en dárselo,
una camiseta y un vestido. Adam fue el último de los tres dos entradas vip para
un concierto de One Direction. Melody se puso tan contenta que se tiró encima
de su novio dándole un gran beso en los labios. Noté como Tom miraba por la
ventana.
-¿Puede venir Tash
conmigo? Quiero ir contigo, pero Tash está obsesionada con ellos y….- Empezó a
decir Mel.
-Es que son para ti
y para Tash, yo no iba a ir, no me gustan nada.- Le interrumpió Adam.
Mel me miró con una
gran sonrisa y me abrazó después de darme mi entrada vip para el concierto.
Hecho por Naiara :)
No hay comentarios:
Publicar un comentario