lunes, 5 de marzo de 2012

NA NA NA; Capítulo 3



Me pasé el resto de la tarde en mi habitación, hasta que llegó mi madre del entrenamiento de futbol de mi hermano, mi hermano no era mucho más pequeño que yo, solamente nos llevábamos un año.
Mi hermano picó en mi puerta y entró. Su pelo negro estaba mojado a causa de la ducha que siempre se daba después de cada entrenamiento, sus ojos marrones envueltos por una cantidad de pestañas negras y largas. Era bastante alto, un metro noventa y algo, nunca me había interesado por la altura de mi hermano, simplemente sabía que era más alto que yo.
-Mamá dice que van a venir unos amigos de ella a cenar así que quiere que te portes bien.- Dijo mi hermano.
Le miré con las cejas levantadas.
-¿Te saltaste las clases? No me lo puedo creer ¡mi hermana perfecta se salto las clases!- Dijo mi hermano sentándose en mi cama a mi lado.
-No me salté las clases, simplemente llegaba tarde y para no quedarme en la entrada del instituto fui a dar una vuelta con un amigo. –Le contesté a mi hermano.
Él rió, se levantó de mi cama y se fue.
La cena fue bastante aburrida, mis padres no paraban de hablar sobre el trabajo y los estudios de sus hijos, mi hermano intentaba ligar con la hija de los amigos de mis padres, pero de ninguna manera consiguió que la chica se interesara por él, cosa que enfadó a mi hermano.
Pasaron las semanas y Mel no venía a clases, pasaba las horas de clase junto con Tom, pero seguía castigada así que no podía llamar a Mel, simplemente podía llamarla cuando estaba en la hora del patio, Tom me dejaba su teléfono y yo llamaba. No sabía muy bien lo que le pasaba a Mel, simplemente sabía que ella tenía problemas con sus padres y se había ido a vivir con su abuela a dos horas de Londres, a Newport. Seguía castigada así que no podía ir a verla y Mel tampoco podía venir porque decía que no se encontraba bien, yo empezaba a pensar que lo que le pasaba era que no quería ser más mi amiga. Mis padres decidieron que si que podía ir el día de su cumpleaños a verla así que me dejaron ir con Tom hasta Newport. Bajé las escaleras con mi regalo para Melody en mis manos, me tenía que encontrar con Tom en la entrada de mi casa, pero eran las cinco de la mañana, queríamos aprovechar totalmente el tiempo. Mel no sabía que íbamos a ir, pero su abuela nos dijo que podíamos ir, que se aseguraría de que Mel estuviera en casa. Salí de mi casa, Tom estaba recostado sobre el coche, una gafas oscuras cubrían sus ojos, su pelo marrón estaba peinado con una especia de tupé, parecido a como lo llevaba Zayn Malik. Esa mañana, se podía ver, que no se había afeitado, algo normal en él, siempre llevaba una barba de un día, una cosa que sus padres detestaban, pero que a él le gustaba llevar. Su camisa con una calavera azul destacaba sobre sus pantalones blancos. Me sonrió al verme.
-Buenos días.- Me dijo mientras me abría la puerta de su coche, algo muy normal en él. Siempre lo hacía, me trataba como si me fuera a romper simplemente por tocar algo, como si tuviera miedo de que el coche pudiera hacerme daño simplemente por abrir yo la puerta. Era una cosa de esas que al principio parecen extrañas pero que después te acostumbras y dejas que simplemente sucedan.
Una vez en el coche Tom puso música, supe que me había quedado dormida al abrir los ojos y ver que estábamos parados en una calle que no conocía. Miré a Tom, estaba fuera del coche preguntando por una dirección. La mujer a la que había preguntado señaló el final de la calle y después empezó a hacer gestos con las manos que no comprendí. Tom subió al coche.
-Buenos días pequeña dormilona.- Me sonrió y empezó a conducir de nuevo.
Lleguemos a nuestro destino unos cinco minutos después de que Tom hubiera preguntado. Lleguemos a una casa no muy grande pintada de color mostaza oscura. No era muy bonita que dijéramos, pero era donde vivía mi mejor amiga. Fuimos a la entrada y piquemos. Hacía más de un mes que no veía a mi amiga y sentía que habíamos perdido la amistad, que ella no querría hablarme, no sabía ni si quiera porqué había ido, no entendía porque mi mejor amiga no me hablaba mucho cuando la llamaba, pero en cuanto abrió la puerta lo entendí completamente. Una gran barriga se interponía entre mi amiga y yo, una barriga en la que cabía un bebé. Hacía tres meses que no la veía, pero con esa barriga que tenía no parecía mi mejor amiga, se la veía cansada, tenía grandes ojeras debajo de sus ojos grises, sus delicados labios que siempre habían tenido una sonrisa ahora estaban en una línea resta. Sus ojos se inundaron de lágrimas al vernos a Tom y a mí allí. Me quedé paralizada, pero no solo me quedé paralizada yo, noté como a mi lado Tom se quedaba quieto observando a mi amiga. Melody empezó a llorar. Instantáneamente la abracé, fue lo primero que se me ocurrió, abrazarla estar a su lado.
-Lo siento, os lo debí contar, pero tuve miedo de que si os decía que estaba embarazada no me quisierais más. –Dijo Melody una vez nos sentemos en el sofá de la casa de su abuela.
-¿Cómo pudiste pensar que no querría?-Le dije comiéndome un pastelillo que me había dado la abuela de Melody.
-¿De quién es?- Preguntó Tom mirando el suelo.
Sabía que a Tom le gustaba Melody, se notaba simplemente con mirar como la miraba, incluso en ese instante podía ver como en sus ojos había un brillo que no había estado ahí desde que Melody se fue.
-Adam Doyle. – Dijo mi amiga mirando el suelo contestando a la pregunta de Tom.
-Adam… Adam… ¿Ese chico tan idiota de la universidad?
Adam Doyle era un chico que había estudiado en nuestro instituto hacía dos años, antes de empezar la universidad, era un chico guapo, pero mi amiga nunca se mostró interesada por él. Tom lo odiaba a muerte porque el padre de Adam había arrestado al padre de Tom por posesión de drogas, algo que ni si quiera era cierto, pero el padre de Adam había conseguido pruebas, aunque habían sido falsas y simplemente porque Tom le pegó a Adam porque él había insultado a Mel. Adam simplemente se lo había tomado muy mal y por lo tanto él había conseguido eso gracias a su padre.
-Sí, Adam.- Contestó Mel mirando al suelo sonrojada.
-¡Ese estúpido! ¡Voy a matarlo!- Chilló Tom.
-¿Vas a matarme?- Dijo una voz.
Nos giremos hacia la entrada. Adam estaba al lado de la abuela de Melody. Ahora era incluso más guapo de lo que había sido antes. Su pelo rubio arenoso estaba despeinado, sus labios gruesos en una línea recta. Sus ojos de color verde estaban debajo de unas gafas de sol oscuras. Se quitó las gafas y pude ver unos hermosos ojos verdes envueltos de unas largas pestañas rubias. Me dejó sin aliento, noté como mi boca se abría y mis ojos se abrían como platos. En dos años había cambiado, parecía un modelo, seguramente lo era.
Tom se levantó del sillón en el que estaba sentado, su cara roja.  Melody se levantó también.
-Tom, no pasa nada, ha cambiado, ahora no es como antes.- Dijo Melody.
Tom se sentó mirándome, buscando alguien que le entendiera.
-¿Desde cuándo os estáis viendo?- Pregunté.
-Desde hace un año, no os lo quise decir porque sabía que os enfadaríais.- Me contestó Mel mientras se sentaba a mi lado.
Adam se sentó también a su lado. Melody nos contó a Tom y a mí como empezó su relación con Adam, por la tarde decidimos dar los regalos. Fui la primera en darle el regalo, un pequeño peluche de un oso y un MP5, Tom fue el segundo en dárselo, una camiseta y un vestido. Adam fue el último de los tres dos entradas vip para un concierto de One Direction. Melody se puso tan contenta que se tiró encima de su novio dándole un gran beso en los labios. Noté como Tom miraba por la ventana.
-¿Puede venir Tash conmigo? Quiero ir contigo, pero Tash está obsesionada con ellos y….- Empezó a decir Mel.
-Es que son para ti y para Tash, yo no iba a ir, no me gustan nada.- Le interrumpió Adam.
Mel me miró con una gran sonrisa y me abrazó después de darme mi entrada vip para el concierto.

Hecho por Naiara :)

No hay comentarios:

Publicar un comentario