Louis me acababa de
preguntar si tenía novio…. Estaba en éxtasis, estaba… no podía respirar bien.
En serio me lo había preguntado, el chico más guapo y perfecto del mundo me
había preguntado si tenía novio. Ok,
Tash, no pasa nada, se lo preguntará a todas sus fans, tranquila. Lo miré
de nuevo, me miraba seriamente. Las luces se apagaron. Escuché un grito a lo
lejos, un grito que seguramente provenía de Niall.
-¡¡¡¡Aaahhhh!!!!
-¿Qué pasa?- Escuché
decir a Mel.
-¡Tranquilos! No
pasa nada.- Dijo el guarda de seguridad.
Noté como alguien se
acercaba a mí ¿Podía ser que hubiera entrado un ladrón?
-¿Dónde estás Tasha?-
Dijo Louis.
-Creo que delante de
ti.
-Vale, voy a darte
la mano, no te asustes.
Noté como alguien me
cogía de la mano, supuestamente era Louis. Noté como su respiración y la mía
iban se encontraban, estaba cerca de mí, muy cerca, demasiado cerca. Mis
piernas quedaron como gelatina, mi corazón iba a mil por hora. Noté el roce de
sus labios en los míos. Me paralicé. Pero enseguida le respondí, besándole.
Aunque seguía en un gran estado de shock. Alguien carraspeó, abrí los ojos para
ver la perfecta cara de Louis, las luces estaban encendidas de nuevo. Él me
miró a los ojos, miró detrás de mí, me giré sonrojada. Vi como Niall se iba de
allí cerrando la puerta con un portazo. Louis me dejó de dar la mano y se fue
corriendo detrás de Niall. No entendí que era lo que pasaba. Y aún estaba en un
gran shock. Mel, Zayn y Harry estaban al lado de las luces. Mel me sonrió, pero
Harry no parecía estar muy contento, seguía mirando la puerta, al igual que los
demás chicos. Mel se acercó a mí y me dio un gran abrazo.
-¿Te he dicho ya que
soy tu fan número uno?- Dijo Mel sonriéndome.
Le sonreí de vuelta
y reí, se podía decir que era la chica más feliz del mundo.
Los chicos que
quedaban, Zayn, Liam, Harry se sentaron en el sofá y nos dijeron que nos
sentáramos a sus lados.
Empezamos a hablar
de cosas, nos preguntaron qué canciones nos gustaban más, que pensábamos a
cerca de su Brit, nos preguntaron que nos había parecido el concierto… y cosas
de ese tipo. Sonó One thing e inmediatamente supe que estaba sonando mi móvil,
miré la pantalla, era mi padre, lo cogí.
-¡¿Se puede saber
dónde estás a estas horas?! ¡Ven ya para casa!-Me chilló mi padre a través del
teléfono.
-Pero papá….
-¡Ni peros, ni
peras, ni manzanas!
-Plátano…
-¡Ni nada! No digas tonterías.
Que vengas a casa ya.
-Está bien…-Le dije
a mi padre.
Colgué el teléfono y
miré a Mel que estaba hablando con Harry.
-Mel, nos tenemos
que ir.-Le dije.
-¿Qué? Ni hablar, te
vas tú cariño.
-Te quedas a dormir
en mi casa, tienes que venir conmigo además no pienso ir sola por la calle.- Le
contesté.
-¡Yo os llevo!- Dijo
Harry con una enorme sonrisa en sus labios.
Mel se levantó rápidamente
del sofá y nos miró a Harry y a mí.
-¿A que esperamos?-
Dijo ella con una enorme sonrisa en su cara.
Harry se levantó y
cogiendo a Mel de la mano se fueron para fuera dejándome abandonada. Liam me
sonrió.
-Si no vas te van a
dejar aquí abandonada, Harry va por faena. –Dijo Zayn.
Fui hacia la puerta,
pero no sin antes despedirme de los dos chicos que quedaban allí. Cuando salí
fuera no había nadie, miré por todos lados pero no podía ver ni a Mel ni a
Harry. Di una vuelta alrededor pero no los vi. Me habían dejado abandonada.
Llamé a Mel por el móvil, pero no me lo cogió. Me quedé allí sin saber qué
hacer. Escuché una puerta detrás de mí. Me senté en un banco, pensé si llamar a
mi padre a que me viniera a buscar o podría llamar a Tom. Alguien se sentó a mi
lado. Me giré para ver a… al guarda de seguridad.
-¿No te van a venir
a buscar?- Me preguntó.
Llevaba un café en
sus manos, bebió un sorbo.
-Sí, estoy
esperando.
-Acabo de ver a tu
amiga Mel irse con Harry.- Dijo con un brillo en sus ojos.
El guarda empezó a
sentarse más cerca de mí, me tocó la pierna con la mano. Me retiré hacia atrás,
pero igualmente se acercó más intentando besarme. Me intenté levantar, pero me
cogió de la mano y me tiró suavemente contra el banco. Me cogió de las muñecas
fuertemente con sus grandes manos calientes y sudadas, se puse encima de mí
haciendo que no pudiera moverme. De mi garganta
salió un pequeño chillido. Estaba paralizada, no podía hacer nada. El guarda me besó el cuello y un escalofrío
pasó por mi cuerpo, me daba asco, quería pegarle, quería chillar, quería que me
dejara en paz, quería matarlo… Pero no pude, simplemente no podía moverme,
estaba paralizada, su gran cuerpo no dejaba que me moviera. La puerta que había
detrás de nosotros se abrió de nuevo y recé mentalmente para que fuera quien
fuera me quitara de encima a ese hombre, y eso que no era creyente.
-¡¡Ehh!! ¡Aléjate de
ella! –Chilló alguien, con una voz parecida a la de Louis.
Escuché pasos
acercarse, muchos pasos. El guarda fue levantado por unos brazos fuertes. Miré
quien era. Allí estaban los cuatro chicos más perfectos del mundo. Los brazos
que habían levantado al gran guarda eran de Liam. Louis me dio la mano
ayudándome a levantarme.
-¿Estás bien?-Me
preguntó con sus ojos fijos en los míos.
Me quedé paralizada,
no podía articular ninguna palabra. Así que asentí con la cabeza. Escuché como alguien
caía al suelo. Miré y Liam le había dado un puñetazo al guardia.
-¿Eres idiota? Te
vamos a meter en la cárcel capullo.- Dijo Zayn.
El guarda los miró. Paparazis
aparecieron haciendo fotos. Louis me miró y me sonrió.
-Tienes muy mala
suerte.- Me dijo.
Me cogió de la mano
y nos fuimos de allí mientras que los chicos entretenían a los paparazis. Nos
fuimos a su Porche negro. Cuando subimos al coche le dije donde estaba mi casa
y Louis arrancó el coche.
-¿Estás bien?- Me
repitió Louis.
-Te he dicho que sí,
tranquilo. Estoy bien, no ha pasado nada.
-Si no hubiéramos
salido… ¿No pudiste pegarle una torta aunque sea?- Me dijo Louis enfadado.
-¡No pude porque me
cogió de las muñecas! –Le dije con lágrimas en los ojos.
Louis paró el coche
y me miró.
-Lo siento.-
Lágrimas corrieron por mis mejillas haciendo que el rímel se corriera.
Louis me acarició
las mejillas y me abrazó. Puse mi cara entre sus hombros y lloré como un bebé.
-Shhh… Tranquila, ya
pasó. No voy a dejarte nunca más sola, ningún hombre se va a acercar a ti nunca
más, tranquila.- Dijo Louis mientras me acariciaba el pelo.
Naiara
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