viernes, 16 de noviembre de 2012

More Than This : Capítulo 9 :)


Dejé de abrazar a Zayn y salí de la habitación para que pudiera descansar,   Liam Jess  habían estado todo el tiempo esperándome fuera,  cuando bajamos las escaleras para salir del hotel había un montón de paparazis esperándonos, si a nosotros, lo cual hizo que me agobiara, la prensa no paraba de hacernos preguntas estúpidas, y de hacer fotos, obviamente, no les hice ni caso, Jessica y yo  subimos a la limusina privada, el chofer me dejó delante de mi casa, abrace a mi amiga y le di las gracias al señor. Entre en casa, en el comedor, estaba Kann dándole el biberón  a Elainne, en cuanto me vio, se levantó del sofá me dio un beso en los morros.
-Hola Kann-Le dije, sentándome a su lado.
-Hola princesa, ¿Qué tal estas?- Me preguntó.
- Bien gracias, ya le termino de dar yo el biberón  a Elainne- Le contesté, el se levantó para que yo me pudiera poner encima a Elainne. Estaba muy cansada ya que no había parado en todo el día, después de que le diera el biberón a mi hija, intente estudiar, pero no lo conseguí, ya que Elainne no paraba de llorar una y otra vez y era imposible concentrarse, tuve una pequeña discusión con Kann por Elainne, ya que él la cuidaba poco y yo tenía que hacerlo todo. Me fui a dormir temprano ya que a la mañana siguiente, yo, mi hija, Kann y Jess nos iríamos a Londres a ver a Samantha y Hans.  A la mañana siguiente me sonó el despertador, me levanté, Kann estaba durmiendo y Elainne también, fui al baño a ducharme, cuando volví Kann aún dormía, Me cambié y cogí a mi hija y fui  a la cocina a prepararme el desayuno y el biberón para ella.
-Buenos Días cielo- Me dijo Kann, que ya había bajado a la cocina.
-Buenos Días, no sé si te habrás dado cuenta pero son ya las 10 de la mañana, Jess viene a las 10 y media y tenemos que estar al aeropuerto a las 11, como no te des prisa Jess te va a ver aún en pijama. Kann desayunó rápido y se fue a cambiarse, picaron a la puerta, fui a abrir. Era Jessica.
-¿Lista?-Me dijo nada más abrirle la puerta. Reí, nos abrazamos, cogí el carrito con mi hija y Kann cogió nuestra maleta, la compartíamos porque era muy grande, Cogimos nuestra limusina privada rumbo al aeropuerto. Cuando llegamos al aeropuerto había mucha gente, incluso alguna chica loca que quería que  un autógrafo mío,  la prensa no podía faltar, con dificultades, pudimos subir a nuestro avión privado. El vuelo duró dos horas y fue tranquilo, el problema fue Elainne, que al ser tan pequeña, la tenía que llevar conmigo en brazos y era un agobio, aunque a veces Kann y Jessica también la cogían para que yo pudiera estar más cómoda.  Llegamos a casa de Samantha y Hans, ella no sabía que yo estaba embarazada por segunda vez,  sabía que se enfadaría y quizás me echaría fuera de casa. Nada más entrar Sam, ya nos estaba esperando, nos abrazo a todos, yo fui la primera, después Jess y luego Kann, y cogió en brazos a Elainne.
-Ven con la abuela, preciosa- Dijo mientras la sostenía en sus brazos, yo le lancé una mirada, sabía que Samantha no era su abuela y aunque ella quisiera nunca lo sería, eso me cabreaba mucho, porque ni ella ni Hans eran los abuelos y eso lo tenían que entender, quisieran o no.
-No es tu nieta, te lo he dicho muchas veces, ¿Por qué no lo quieres reconocer?- Chillé .
-Sabes que no me gusta que me chillen, y menos tu Em, se que Elainne no es mi nieta pero la quiero como si lo fuera, tú no eres mi hija y te crié desde que tenías 5 años – Me contestó.
-Déjame   en paz por favor- Le dije mientras entrabamos en la casa. Hans estaba al sofá bebiendo cerveza.
-¿Es lo único que sabes hacer?-Le pregunté.
Él se rascó la barriga, hizo un sorbo de cerveza y dijo:
-No es tu problema. Hans se empeño en darnos un beso a cada uno, no me gustaba pero no podía despreciarlo, ya que el (aunque parezca mentira) era el hombre que hacia feliz a Samantha. Hans quería coger a Elainne, pero Kann no estaba de acuerdo.
-¿Qué crees que haces? ¡Quita las manos de mi hija ahora mismo, asquerosa!  , ni se te ocurra tocarla o te vas a enterar- Chilló Kann.
-No eres nadie para decirme lo que tengo que hacer y dejar de hacer, ¿me oyes?, todo lo que hay en esta casa también es mió, tu hija es mi nieta- Dijo Hans.
-¡No no los es!- Volvió a chillar Kann.  Estuvieron bastante rato discutiéndose, yo intentaba calmar a Kann pero él no me escuchaba, Jess me dijo que lo dejara estar que aunque lo intentase no me haría caso. Al fin pararon de discutir y Kann se acercó a mí.
-Voy a llamar un momento a un amigo, ahora vuelvo- Dijo mientras me daba un beso y se iba a fuera a llamar. Hans cogió a la pequeña Elainne y le dio un beso en la frente, la niña empezó a llorar y Hans la puso del revés, inmediatamente le di una torta  y Jess cogió a la pequeña que no podía parar de llorar. En el momento en que Kann entró, llamaron a la puerta.
-Yo abro- Dijo.  Entró un señor igual de gordo que Hans pero no tan feo ni tan calvo. Este señor se dirigió a Hans y le empezó a pegar, yo me quedé parada sin saber qué hacer, mientras Hans suplicaba que lo dejara en paz que él no quería herir los sentimientos de Kann.  Samantha se puso en medio.
-¡Deja ya en paz a mi marido! ¿Pero usted que se ha creído que es? ¡Cretino!- Chilló Samantha, intentando quitar de encima de Hans aquel señor. El señor se fue corriendo, Samantha se fue detrás de él mientras llamaba una ambulancia, yo, Jess, Elainne y Kann fuimos detrás de Samantha, a fuera había mucha expectación, habían salido mucho vecinos asustados, diciendo que oyeron  unos gritos muy fuertes y que por eso habían llamado a la policía, había también mucha prensa, que no paraban de hacer  fotos, de la escena que estaba ocurriendo. La ambulancia llegó poco después de que Sam hubiera llamado a los servicios médicos, vi que un paparazi se acercaba hacía donde estaba yo y me preguntaba que había pasado, yo solo me limite a decir que nada, que no se tenían que preocupar por nada, que todo estaba bien, obviamente el paparazzi no me creyó, pero yo no pensaba contar la verdad.  Yo estaba contenta de que Kann hubiese llamado a alguien para que le diera una buena paliza  a Hans, yo no lo soportaba y por eso me alegre de que por fin alguien le diera lo que se merecía, obviamente Samantha no le gustó nada, y se enfado con Kann, pero más conmigo.
-No voy a permitir que entres más a esta casa mientras estés con Kann,  Sabes que estoy enamorada de Hans y que no me imagino una vida sin él  y sin embargo tu lo complicas todo, no  me dejas coger a la niña, me chillas, chillas  a Hans , tampoco le dejes coger a la niña…- Empezó hablando Samantha.
-Porque no sois sus abuelos, os lo tengo dicho muchas veces, y Elainne no se merece que Hans la coja, Hans es asqueroso y va sucio todo el día, ¿quieres que mi niña se ponga enferma por culpa de tu marido? – Pregunté, ella me fulminó  una mirada que me dejo sin aliento.
-Fuera de mi casa ahora mismo, ¡ya!- Chilló furiosa Samantha mientras nos empujaba a Kann, Jess, mi hija y yo.  Los ojos se me llenaron de lágrimas, Jess me abrazó.
-Tranquila Em, ya verás como todo se arregla- Me dijo mientras me abrazaba. Yo sabía que eso no era así, que cuando Samantha decía una cosa, la cumplía. Kann me cogió la mano  y me besó.  Fuimos hacia el aeropuerto para irnos a casa, estaba cansada y agotada, además Elainne no había comido, y estaba llorando todo el rato, la cogí en brazos para ver si callaba, pero no lo conseguía, una vez allí al aeropuerto también nos costó subir a nuestro avión, ya que había mucha prensa, me estaba ya poniendo nerviosa, no aguantaba tanta presión, no entendía porque me perseguía la prensa a todos los sitios donde iba, estaba harta. Antes de subir al avión compré un periódico, el New York Times, subimos en el avión,  en portada  del periódico vi una foto del hombre que pegó a Hans y Hans en el suelo: “Matón pega a Hans padre de Emily Nasser en su casa”. Me quedé de piedra, volví a leer el titular despacio, ponía que  Hans era mi padre, no podía creérmelo, les enseñe el periódico a Kann y Jessica y se quedaron de piedra en cuanto vieron el titular.  Elainne no paraba de llorar, faltaba poco para que llegásemos, pero como vi que mi hija estaba muy nerviosa porque hacía rato que no comía, decidí darle el pecho, no lo había hecho nunca, pero en esos momentos era lo mejor. Una vez Kann y yo nos habíamos despedido de Jess y habíamos entrado en casa, nos estiramos en la cama, estaba realmente cansada, había sido un día agotador, Kann me empezó a acariciar el pelo, me encantaba cuando hacia esto, era tan irresistible y tan guapo, él me dijo que sería mejor que nos mudásemos en Turquía y donde sus padres eran reyes , pero yo le contesté que no, porque  teníamos que terminar la universidad y además ya tenía deicidio que quería tener el bebé, él se enfadó un poco.
-¿Por qué? –Preguntó.
-Porque lo quiero tener, no quiero ser una asesinada, el bebé se merece vivir- Le dije.
-¿Y qué vas a hacer si es de Zayn?- Preguntó Kann.
-Supongo que quedármelo, ¿Qué quieres que haga?
-¿Darlo en adopción?
-No Kann, sabes que sería incapaz de dar en adopción alguno de mis hijos.
-Creo que tenemos que hablarlo cuando tengamos más tiempo- Me dijo.
-No Kann, no hay nada de qué hablar, voy a tener el bebé y me lo voy a quedar, te guste o no.
Kann se levantó de la Cama:
-¿A dónde vas?- Le pregunté
-No te importa, me voy, ya estoy harto, ¿sabes qué? Yo me vuelvo a Turquía,  me da igual lo que digas, tú haces lo que quieres ¿no? Pues yo igual- Dijo Saliendo de la Habitación.
-Pero Kann… No te puedes ir… - Empecé diciendo.  Oí como la puerta se cerraba, mis ojos se llenaron de lagrimas, empecé  a llorar como una magdalena, lo había perdido todo lo que quería, Samantha y aunque no lo parezca Hans, y ahora Kann, solo me quedaba Elainne, la miré, ella estaba mirándome con los ojos tan bonitos que tenía , la cogí en brazos y le canté una canción para que se durmiera, se durmió, la dejé con mucho cuidado en su cuna , la tapé un poco con su mantita y me puse a dormir, aquella noche no pude dormir, estaba angustiada y dolida, por la mañana me levanté y fui a revisar el correo que tenía en la bustia , entre el montón de cartas que había , cogí el periódico local que cada día el cartero tiraba a las casas. En la portada vi un gran titular “Zayn pegado por un extraño” i en la foto salía el mismo hombre que había pegado a Hans. De repente empezó a sonar mi móvil, pensé que era Kann,
-¿Hola eres Emily Nasser?-Preguntó un hombre al otro lado del teléfono.
-Si…-Dije insegura.
-Soy la policía, tu marido Kann ha tenido un accidente en coche, el coche ha quedado bastante chafado, lo siento- Dijo, después colgó. Mis ojos se volvieron a llenar de lágrimas, me sentía una desgraciada.