No me podía creer
que Adam hubiera conseguido entradas vip para mi amiga y para mí, no solo vería
a los chicos en persona sino que además podría hablar con ellos.
Aún quedaban dos
semanas para el concierto, me tenía que espabilar si quería que mis padres me
dejasen ir.
-¡Mamá! Fui a ver a
Mel y ¿sabes por qué no me hablaba mucho? –Le dije gritando a mi Madre, nada más poner los pies en casa.
-¡Tasha! , no hace
falta que grites, aún no estoy sorda. – Me dijo mi madre un poco enfadada.
-Lo siento mamá, ¡es
que estoy tan emocionada! Verás cómo te iba diciendo Mel no me respondía las
llamada ¡porque está embarazada!
-¿Como, Mel? ¿Ya lo
saben sus padres?-Dijo mi madre muy alterada.
-Sí, por eso la
echaron de casa y se fue a vivir en casa de su abuela.
-Dios mío pero y
quien es el padre, ¿Tom?-Me preguntó mi
madre un poco preocupada.
-¡No! Es Adam, aquel
chico universitario que iba a nuestro instituto.
-¿Y por eso estas
tan contenta de que tu amiga este embarazada? ¿Te parece normal no?
-Que no Mamá, no
estoy feliz por eso, sino porque Adam,
su novio, le ha regalado dos entradas Vip para el concierto que darán los
chicos aquí en Londres, y me ha dicho Mel que quiere que vaya con ella- Dije yo
mordiéndome el labio inferior.
- Tash, estás
castigada.-Me dijo mi madre con las cejas levantadas.
-Si mamá pero es que
es una oportunidad única, no solo los voy a ver en persona si no que voy a poder ¡hablar con ellos en persona!-Dije
gritando de emoción.
-¿Y qué te piensas
que se van a fijar en ti? ¿Eso crees? Además ¿Qué día es?-Preguntó mi madre aún
con las cejas levantadas.
-De aquí dos
semanas-Le dije a muy emocionada.
-Bueno, lo tengo que
hablar con tu padre, ya sabes que no le hará mucha gracia eso.
-¡Gracias mamá!-
Grité emocionada, le di un beso en la mejilla y me fui a casa de Tom
porque quería hablar con él.
Cuando llege frente
a su casa, me encontré a Adam hablando con una chica morena muy guapa y bastante alta, al
principio creí que era Mel, pero despues me di cuenta de que no. Lo vi besando
a la chica. ¡No podía ser! Muy enfadada le grité y él en verme, se giró y se acerco hacía mí con cara de pocos amigos y me dijo:
-¿Qué quieres?
-¡Adam! ¿Qué hacías
besando a la chica? ¿Y Mel, lo sabe?
-No, y me da igual.
-¿Y porque lo haces,
no la quieres?
-Si la quiero.
-¿Entonces? Ya tenía
razón yo de que no habías cambiado nada.- Le contesté muy enfadada.
-¿Quieres dejarme de
hacerme preguntas? ¡Ni que fueras mi madre!- Me dijo gritándome y empujándome.
-No soy tu madre,
pero soy la mejor amiga de tu “novia” y no voy a pretender que le hagas daño y
menos que ¡me empujes!-le dije con mucha rabia.
-Adam, no empujes a
la pobre niña.- Dijo una voz conocida.
La chica se giró y
me quedé con la boca abierta. ¡Era
Eleanor Calder! Sí, mi modelo favorita, la novia de Louis Tomlinson, la
chica que más admiraba en el mundo.
-Eleanor, no te
metas.- Dijo Adam.
Instantes después di
media vuelta y empecé a andar sin girarme. Estaba muy enfadada, no comprendía
como Adam le podía haber hecho semejante cosa a mi amiga. Y además, por si
fuera poco le ponía los cuernos ¡con una famosa! Nada más ni nada menos que
Eleanor, a Mel nunca le había gustado Eleanor, pero ahora le gustaría mucho
menos. Deseaba contárselo a Mel lo antes posible por eso me dirigí a mi casa
olvidándome de la casa de Tom.
Por el camino iba
pensando sobre lo que había visto, ¿Tendría la suficiente fuerza para contarle
la verdad a Melody? ¿Iba a pretender que el canalla de Adam, siguiera
utilizando a mi amiga? ¿Qué pasaba si la prensa se enteraba? Lou tendría que
cortar con Eleanor… Todo eran preguntas que daban vueltas en mi cabeza.
Cuando llegue a casa
me costó mucho abrir el pomo de la puerta por los nervios que tenía. Una vez dentro,
me dirigí a la habitación de mi hermano
para que me dejase su movil para llamar a Mel, sabía que era una tarea difícil,
pues era sumamente complicado que mi hermano me lo dejase, pero se tenía que
intentar. Pique a la puerta de la habitación de mi hermano. No me contestó
nadie, lo volví a intentar y tampoco contestaron. Decidí abrir la puerta y
entrar a su habitación. La habitación de
mi hermano era muy “friki”, en las paredes tenia posters de sus futbolistas y
boxeadores preferidos, de Star Wars, de la guerra de las galaxias…. Sí, mi
hermano era un gran friki. La habitación no estaba muy limpia, en el suelo
había ropa sucia y diferentes revistas de boxeo tiradas. En cuanto me vio, dejo
de leer la revista y se quitó un auricular:
-¿Quién te ha dado
permiso para entrar en mi habitación?- Me pregunto con cara de no entender
nada.
Nadie, he llamado
dos veces y no me has abierto y he
decidio entrar.-Le dije yo muy tranquila.
- Igualmente no creo
que se te haya perdido nada aquí, en mi habitación, ¿te puedes ir?- Me preguntó
mi hermano, mirándome.
-Si ahora me voy pero
antes te quería pedir un favor.
-¿Cuál? –Me preguntó
muy serio.
-Que si por favor me
puedes dejar tu movil.
-¿Para qué lo
quieres?- preguntó.
-Para que será ¡para
llamar! Por favor.
-Está bien pero con una condición - Dijo mi hermano con una
enorme sonrisa de oreja a oreja.
Intuía que el favor
que me iba a pedir seria de los gordos y obviamente yo no podía decir que no,
ya que quería contarle a Mel lo que había visto antes de que fuera demasiado
tarde, así que estaba dispuesta a aceptar cualquier favor.
-¿Cuál? -Pregunté yo
levantando las cejas.
-Me tienes que dejar
entrar a tu habitación cuando yo quiera y sin pedirte permiso.
-Está bien, lo que
sea para que me dejes el movil.- Le dije yo.
Se levanto con una
sonrisa en los labios y abrió un cajón de su mesilla de noche, y sacó su movil
viejo. Era sencillo pero ya me valía.
Se lo cogí rápido de
las manos antes de que cambiase de opinión y me fui corriendo a mi habitación.
Me senté en mi cama
y marqué el número de Mel mientras ponía el altavoz.
-¿Diga, quién
es?-Pregunto mi amiga al otro lado del teléfono.
-¡Mel! Soy yo,
Tasha. Te tengo que contar una cosa que no te lo vas a creer. Adam te engaña
con otra.- Le dije yo con una voz muy fina.
-¿Cómo? A ver Tash
cuéntamelo todo desde el principio y no te dejes ningún detalle.-Me dijo ella
sin entender nada.
Se lo conté todo sin
dejarme detallo alguno tal y como ella me había pedido. Cuando terminé de explicarle, noté un gran silencio. Era obvio que mi amiga se
había quedado petrificada al enterarse.
-No me lo puedo
creer que Adam me haya hecho esto. ¡Y menos con la perra de Eleanor! Debe de
haber un error.- dijo con una voz rota.
-¡No Melody! Baja de
las nubes ya, por favor, date cuenta de que Adam solo te está utilizando y que
de verdad no le importas lo mas mínimo. – Le dije gritando a mi amiga desde el
teléfono.
Eso le dolió mucho,
lo note porque oí unos llantos bastante fuertes. Me daba mucha pena mi amiga.
-¡No me chilles!, no
es verdad Tash, Adam ha cambiado-Me dijo ella.
-¡No! ¿Cuándo te vas
a dar cuenta de que no es así? Tú lo sabes pero no lo quieres reconocer, eres mi
mejor amiga y no voy a permitir que te hagan daño, ¿entendido?
-Yo …. Quiero a
Adam, se me hará difícil olvidarlo….- Dijo Mel entre pausas.
-Tienes razón y
ahora más que estas embarazada de él, no te preocupes, encontraremos la
solución.
- Si, gracias por
todo, me tengo que ir, pero antes te quería pedir un favor.
-Lo que sea Mel-Le
dije.
Era experta en
favores, todo el mundo me los pedía, era ya una cosa habitual.
-Por favor no le
digas nada a Tom sobre esto de Adam y no
hables de Eleanor que se te va la lengua. No quiero que sufra más.
-Está bien no le
diré nada, confía en mí.
Oí suspirar a mi
amiga.
-Y ahora me tengo
que ir. Adiós y gracias.
-De nada Mel.- Dije
yo mientras colgaba el teléfono.
Me quedé un rato
observando los pósters de One Direction que tenía colgados en las paredes de mi
habitación. La verdad que cuando los
miraba me olvidaba de todo por segundos. Era como si me fuera a otro mundo.
Toda mi habitación estaba llena de posters de los cinco chicos que más quería
en el mundo y los únicos capaces de sacarme una sonrisa en los peores momentos
de mi vida.
Hecho por Maria
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