jueves, 1 de marzo de 2012

NA NA NA ; Capítulo 2


 Fuimos a dar una vuelta por la pista de baile. Había mucha gente bailando. Yo ya me estaba empezando a cansar así que le dije a mi amiga:
-Melody, vámonos ya, que estoy muy cansada.
-¡Pero si solo llevamos un par de horas aquí!- Dijo ella.
- Ya lo sé, pero estoy muy cansada, además mis padres me han dicho que no llege muy tarde a casa.- Dije.
Nos  fuimos del pub, y cogimos un taxi.
Al llegar a casa mi madre y mi padre me esperaban sentados en el sofá del salón.  Me empezaron a mirar con una mirada asesina.
-¿Se puede saber porque has tardado tanto Tash? –Dijo mi madre.
-Lo siento, es que nos encontramos a los chicos de One Direction y nos quedamos un rato más para verlos.
-Tash, ya ¡basta de soñar!  ¿Te parece normal llegar a estas  horas?- Dijo mi padre enfadado.
-Ya he dicho que lo siento.- Dije gritando.
Me fui a mi habitación pensando en el día que había tenido.
-¡Riiinggg!! . Me desperté de golpe ¡No el despertador! ¿Cómo podía ser que me hubiera dormido?
Baje rápido a la cocina para coger el desayuno e irme. Cuando llege a la cocina estaba mi madre, muy seria y con muy mala cara.
-¿Qué pasa?-Pregunte
-¿A ti que te parece? Ayer llegaste tarde y hoy te duermes, muy mal Tash, ¿te parece eso correcto?-Me pregunto enfadada.
-No, y lo siento solo ha sido un día, no volverá  a pasar enserio mamá.
-Eso espero.
Salí de casa con el desayuno en la mano, había quedado con Melody en la esquina de mi casa para ir juntas al colegio, pero deducía que por la hora que era ya se habría ido. Llege a la esquina y no había nadie como era de esperar. Decidir llamarla para ver porque no estaba.
-¿sí?-Contesto mi amiga al otro lado del teléfono.
-¡Melody! ¿Donde estás? –Pregunte yo.
-Lo siento pero no voy a venir a clase, tengo fiebre.
-Okay, espero que te mejores.-Dije yo y colgué el teléfono, porque  ya era tarde.
Fui andando en dirección al colegio  cuando de repente oí que me llamaban.
-¡¡Tash!! ¿Qué haces aún aquí? Sube a mi coche y vamos a clase  que llegamos tarde.
Era Tom, un compañero de clase. ¡Qué suerte que me lo haya encontrado!
-¿No tendría que estar Mel contigo?-Me preguntó un tanto extrañado.
-Sí, pero me dijo que tenía fiebre y no podía venir.
Cuando estábamos llegando, Tom paró el coche y me dijo:
-Sube te llevo.
Subí a su coche, un coche barato de segunda mano que le había comprado su padre cuando aprobó el carnet de conducir. Por dentro el coche no estaba muy limpio ya que tenía botellas en la parte trasera del coche.
Tom miró el reloj del coche y después me miró a mí.
-¿Qué te parece si vamos a tomar algo? ya llegamos tarde.
-¡Tom! ¿Quieres hacer campana? ¿Y si alguien nos ve?
-No te preocupes, nadie nos verá, vayamos al pub de mi hermano, que normalmente a estas horas no hay nadie.
-De acuerdo pero solo un par de horas, despues volveremos a clase.
-Como quieras Tash.                   
Tom aparcó el coche y entramos en el pub de su hermano, en cuanto nos vio puso mala cara y le dijo a Tom:
-¡Tom! ¿Qué haces aquí? Tendrías que estar en el instituto. ¿Me lo puedes explicar?
-Si, lo sé hermano, y perdóname solo serán unas horas, no te preocupes.
-¡Ya verás cuando se entere tu madre! Y el que tendrá la culpa de todo esto seré yo por no obligarte a ir a clase.
-¡Basta ya!  ¿Nos pones dos zumos de fruta para llevar por favor?-Dijo Tom un tanto nervioso
-Como quieras. -Dijo su hermano con una enorme sonrisa en su cara, mirándome .              .
Nos fuimos de allí con el zumo de frutas.
-Tom, vamos a un banco a tomarnos los zumos.-Le dije cogiéndole del brazo.
-Como quieras, conozco un parque donde normalmente no hay nadie.-Dijo Tom.
-¡Pues vayamos! ¡Cuando menos  tardemos más pronto  llegaremos a clase!
Nos fuimos a un parque que yo nunca había ido por razones obvias, allí por las noches se juntaban los porreros.
Me daba un poco de miedo porque no me quería encontrar a ningún joven loco, así que nos terminamos el zumo  y fuimos al colegio.
Llegamos tarde para la clase de química, ¡No, el examen! ¿Cómo podía ser que se me hubiera pasado por alto? Ese examen de química era muy importante para mí, éste decidiría mi nota  final de la materia. Ahora estaba perdida. A Tom le pasaba lo mismo, antes de entrar en el aula le dije:
-¡Por tu culpa! Si no te hubiera hecho caso, ahora estaría haciendo el examen, y no tendría ningún problema- Le dije yo muy enfadada.
-¡Esta bien , perdóname , ya encontraremos la excusa perfecta.-Me dijo .
Entramos en clase y noté que todo el mundo me miraba. Me sentía ridícula. Juré que nunca más volvería a saltarme otra clase en mi vida. El profesor se nos quedo mirando, su cara daba mucho miedo, así que intente no mirarlo.
-¡Tasha, Tom! ¿Me pueden explicar dónde han estado?-Dijo el profesor con una voz muy grave.
-Lo sentimos mucho, señor Roberto.-Dije.
-Ahora van a ir directamente al director.
¡Genial! Ahora estaría sin salir mucho tiempo y seguramente mis padres no me dejarían ir a ningún sitio.
 Despues de un buen rato de estar en el despacho del director nos dio permiso para irnos a clase.
Cuando llege a casa por la tarde, sabía que me esperaba una buena charla con mis padres, por eso entré sin  hacer mucho ruido e intente subir a la habitación lo más deprisa que pude, pero me tropecé con el monopatín de mi hermano, caí por las escaleras y mi padre salió de la cocina.
-¡Tash!  ¿Tienes algo que decirme?-Dijo mi padre enfadado.
-No, claro que no papá.
-Entonces ¿Qué hacías en el parque que te tengo prohibido que vayas, con un chico?
-No sé de qué me estás hablando- Le dije yo  despistándole.
-¡No te hagas la tonta! Tu madre te vio en el parque-Me chilló mi padre, enfadado.
Miré el suelo.
-Llegaba tarde a clase y un compañero me dijo que fuéramos a tomar algo porque ya llegábamos tarde así que fuimos a tomar algo, pero después fuimos a clase. ¡Te lo juro!
-¡Y tu como tonta si un chico guapo te dice que te tires de un puente te tiras! ¡Estas castigada! Me das tu móvil, tu portátil y castigada sin salir de casa y sin ver la tele ni escuchar la radio, de casa al cole y del cole a casa.
-¡No es para tanto!- Le dije a mi padre yo también enfadada.
No podía quitarme mi movil y mi portátil, estaría incomunicada durante toda mi vida.
-¡Vete a tu cuarto!-Chilló mi padre con la cara roja de rabia.
Me fui corriendo a mi habitación.

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