Na Na Na; Capítulo 15

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Antes de empezar quería decir que esto es solo la primera parte del capítulo, ya que a Maria (@zayn__follow_me) y yo (@Nai_AM) no tenemos ordenador ya que están rotos, así que en cuanto tenemos tiempo y con un ordenador escribimos. PD: Esperamos tener el final del capítulo para el viernes, pero no estamos seguras.

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Eran las seis de la mañana cuando me desperté para ir hacia el aeropuerto, hacía dos días que había llevado todos mis libros, mis CDs, mi ordenador, mi radio y la mayoría de mi ropa, por supuesto había guardado ropa para ponerme los tres días siguientes. Nathan me estaba esperando en la entrada de mi habitación para llevarse mi última maleta, bajemos las escaleras para encontrarnos con mi hermano que estaba esperándonos con su última maleta. Nos fuimos todos hacia el coche de mis padres, nos subimos los cinco al coche. Llegamos al aeropuerto, alguien me cogió desde atrás y pensé que era una fanática loca, chillé y Nathan se puso a la defensiva, pero después se dio cuenta de que era Mel.

-¡Mel! Dios no me pegues esos sustos.- Le chillé.

Harry estaba a su lado con la pequeña Emma, también estaban los padres de Mel, su abuela, Tom y sus padres. Mis padres se fueron a hablar con los padres de Tom y de Mel y su abuela. Mientras que los adolescentes (y Nathan, que ya tiene 20). Nos sentemos en unos asientos, cogí a la pequeña Emma en brazos y ella me dio una enorme sonrisa de bebé.

-¿Ya te ha llamado Louis?-Me preguntó Harry una vez estaba sentada.

Casi dejé caer a la pobre Emma. Mel miró a Harry con mala cara.

-No.- Contesté mirando a Emma.

-¿Por qué coño le preguntas eso? Sabes que le duele.- Dijo Mel regañando a su novio.

Yo estaba allí, pero era como si no lo estuviera, me había quedado en blanco, no podía pensar en nada, ni si quiera sabía donde estaba. Solamente con que me dijeran el nombre de Louis yo ya no podía ni pensar, ni si quiera sabía porque me pasaba.

Sentí como alguien cogía a la bebé, era mi hermano.

Estuvimos allí hablando hasta que nuestro avión salió.

Pero antes de eso nos despedimos, le di un abrazo a cada uno, Harry fue el último.

-Nos veremos pronto.- Dijo Harry.

Subimos al avión, tuvimos un vuelo aproximadamente de una hora, no hubo problemas de ningún tipo. Después de eso fuimos a coger dos taxis, porque obviamente no podíamos estar todos en un mismo taxi. Yo iba en un taxi con mi madre y con Nathan. Nathan había venido con nosotros porque mi padre había dicho que trabajaba para él y que le pagaba para que se fuera con nosotros a donde fuera, Nathan aceptó encantado ya que su madre era española y él sabía hablar perfectamente el español, pero nunca había ido a España porque su madre no quería venir, decía que eran malos recuerdos para ella. Aunque nadie sabía porque eran malos recuerdos para la madre de Nathan, ni si quiera él lo sabía.

Salí del taxi, allí había una gran casa, parecía casi una mansión y que yo supiera mis padres no eran tan ricos como para poder comprarla, aunque hubieran vendido la otra casa. Éramos gente de dinero, teníamos dinero, pero no tanto como para comprarnos aquella casa. Una vez todos estábamos delante de la casa y mi padre había pagado a los dos taxis mi padre nos dijo que aquella casa estaba en ruinas cuando la compró y que después lo restauró, dijo que hacía años que esa casa era de su propiedad, pero nunca se lo dijo a nadie, solamente a mi madre. Dijo que hacía años que pensaban venirse aquí a vivir y que por eso la habían comprado pero que nunca se atrevieron a venir a vivir aquí. Entré dentro de la casa, tenía cinco habitaciones, pero nosotros solo utilizaríamos cuatro, la tercera sería el despacho de mi padre. Entré en la habitación que mi padre me había preparado, las paredes estaban pintadas de azul claro, mi color favorito, en la habitación había un gran ventanal que daba a un enorme y escandaloso balcón. También había una gran cama de matrimonio, un gran armario y una puerta que conducía al lavabo. Era una habitación muy grande y muy bonita en comparación de mi antigua habitación. Al lado de mi habitación estaba la de Matt y en frente estaba la de Nathan. Puse todas mis cosas que estaban en cajas por toda la habitación. Una vez acabé ya era la hora de cenar, no había comido nada en todo el día, así que estaba muerta de hambre. Mientras comíamos sonó mi móvil.

-¡Tasha! Ya te echo de menos y eso que solo hace un día que te has ido, estoy aburrida aquí sin ti. ¿Cómo es la casa? ¿Es bonita? ¿Es grande? ¿Tienes una habitación grande y lujosa? ¿Vives en la ciudad o en un maldito pueblo? ¡Explícamelo todo!- Dijo mi amiga medio chillando.

-Ya, Mel, no me chilles. Te escucho perfectamente, no hace falta que me chilles. Bueno, ahora vivo en un pequeño pueblo donde todas las casas son gigantes, la mía tiene cinco habitaciones que son tan grandes como mi habitación y la de mi hermano juntas, las de la otra casa quiero decir. Tiene solamente dos plantas, ¡pero cada habitación tiene un balcón y todo! Está muy bien, pero me gustaría más estar en casa. – Le confesé a mi amiga.

Me gustaba la casa, era bonita y estábamos en un pueblo pequeño donde nadie conocía a One Direction, así que estaba bien por mí quedarnos aquí y alejarnos de todas las fanáticas que habían querido matarme.

-Bueno, Harry y yo iremos a visitarte. Por cierto, hoy los chicos han estado pensando en hacer otro grupo y en vez de llamarse One Direction que se llame Other Direction, ya que Louis no está y quieren seguir en la banda han decidido seguir con la banda pero cambiar de nombre por Other Direction, todo será igual, lo único que cambiará será el nombre y el hecho de que Louis no está. – Me informó Mel a través del teléfono.

-Creo que es una buena idea, supongo que estarán destrozados porque Louis dejó la banda pero estoy segura de que les irá genial, puede que incluso mejor que antes.- Contesté.

Estuvimos más de media hora hablando.

Cada día Mel me llamaba o yo llamaba a Mel, era aburrido estar en aquel pueblo, Matt, Nathan y yo habíamos estado en la piscina, la casa tenía piscina, también habíamos ido por el pueblo a dar paseos y Nathan me enseñó más español de lo que sabía, que era muy poco.