miércoles, 2 de mayo de 2012

NA NA NA; Capítulo 18


-Levanta de ahí, vas a coger un refriado.- Dijo una dulce voz con acento irlandés.
Levanté la mirada para ver a Niall arrodillado delante de mí.
-¿Que es lo que he echo yo ahora?-Pregunté. Zayn se sentó a mi lado con Emma en sus brazos.
-No lo sé.- Dijo Liam sentándose a mi otro lado.
Niall me limpió las lágrimas con sus dos pulgares mientras me miraba a los ojos.
-No lo entiendo, yo no le he hecho nada.- Dije mirando al suelo después de que Niall limpiara mis lágrimas.
Matt subió por las escaleras.
-Voy a acompañar a Mel a su casa, nos llevamos a Emma.- Dijo mi hermano.
-¿Que he hecho?-Le pregunté a mi hermano.
-No lo sé, pero conozco a Mel desde que nací, así que no te preocupes, sabré porque está así y le convenceré de que tu no has echo nada.- Dijo mi hermano cogiendo a Emma de los brazos de Zayn.
-Es que no he hecho nada.- Le dije a mi hermano.
-Lo sé, eres demasiado tonta para hacer algo.- Dijo él.- Nathan ven con nosotros.
Seguidamente se fue escaleras abajo junto con Nathan, después de que bajara mi hermano, Harry subió por las escaleras y se fue directamente a su habitación cerrando la puerta de su habitación con un portazo.
Los chicos se miraron, se levantaron y se fueron a la habitación de Harry. Me quedé sola sentada contra la pared del pasillo. No sabía que era lo que había hecho. ¿Por qué la vida tenía que ser tan malditamente complicada?

-Despierta dormilona.- Dijo una voz.
Abrí mis párpados. Todavía estaba en el suelo, tenía una manta encima de mí. La cara de mi hermano fue lo segundo que vi a parte del suelo.
-¿Se puede saber que haces aquí?-Dijo mi hermano.
-¿Qué hora es?-Pregunté.
-Las diez de la mañana, ya todos se han ido.- Dijo él.
-¿Por qué no me han despertado?-Le pregunté sentándome en el suelo duro y frío.
Él se sentó delante de mí.
-No lo sé. Pero algo si que sé, no fue buena idea venir aquí, deberíamos habernos quedado en España, contactar con Louis y solucionar toda esta mierda, porque estoy seguro de que lo que pasó anoche con Mel solo fue una pequeña parte de lo que te va a pasar. No te lo mereces Tash, eres una buena chica, no sé porque te tienen que pasar estas cosas.- Dijo mi hermano.
Le miré directamente a los ojos.
-¿Que es lo que ha pasado Matt?-Le pregunté.
-Mientras esos dos follaban Harry dijo tu nombre, y no solo una vez, más de una vez.- Dijo mi hermano.
-¿Eso te lo dijo Mel?-Le pregunté sorprendida y exaltada.
-No, es que los escuché desde mi habitación.
Miré el suelo.
-Entonces... yo no hice esto... No es mi culpa.- Le dije a mi hermano.
-No es lo que piensa Mel, ella cree que todo esto es tú culpa, que cuando os quedasteis solos lo sedujiste.
-Sabes que yo no puedo hacer eso, ella también lo sabe. Soy un completo desastre con los chicos.
Miré el suelo, se abrió la puerta de la entrada y alguien subió corriendo. Miré a las escaleras. Louis estaba allí.
-¿Qué haces aquí?- Le pregunté levantándome de un salto del suelo.
Matt también se levantó.- Lo siento Tash, pero creo que es lo mejor para los dos.
Entonces se fue corriendo hacia abajo y segundos después se cerró la puerta de la calle.
Louis y yo nos quedamos mirándonos. No sabía que decir, mi corazón iba a mil por hora, estaba sudando, me temblaban las manos y sentía un extraño cosquilleo en el estómago. Louis se acercó a mí, me cogió suavemente la cara y me besó como nunca lo había hecho. No pude apartarme, era demasiado, demasiado tiempo sin verle, demasiado tiempo sin poder tocarle.
Fue entonces cuando me di cuenta de lo mucho que le había echado de menos y lo mucho que le quería.
-Te quiero Tasha Sparks, te quiero demasiado como para dejarte ir.- Dijo él entre beso y beso.
Lo llevé a mi cuarto dispuesta a hacer lo que fuera por tenerlo de vuelta.

Me levanté de mi cama después de hacer el amor por primera vez en mi vida.
-¿Quieres algo para comer?-Le pregunté.
Él se levantó de un salto de la cama y me besó.
-Solo a ti.- Dijo él riendo.
Escuchemos la puerta de la entrada cerrarse de un portazo, nos miremos y nos vestimos corriendo. Salimos al pasillo, Louis delante, se fue corriendo y se tiró encima de Harry.
-¡Hermano!- Chilló Harry sonriendo.
-¡He vuelto!- Dijo Louis dejando de abrazar a Harry.
Los dos me miraron.
-Hola Harry.- Le dije.
Él no dijo nada, simplemente miró a su mejor amigo y le invitó a ir a comer a algún sitio para hablar. No me invitó y Louis sabía que algo le pasaba a Harry, así que me dio un rápido beso en los labios y se fue corriendo por las escaleras detrás de Harry.
Me puse mis bambas, cogí las llaves de casa y mi móvil y me fui hacia casa de Mel.

-¿Qué haces aquí? No quiero hablar contigo.- Dijo Mel cuando abrió la puerta.
-Tenemos que hablar.- Le dije.
-Ni hablar. ¿Ya te has acostado con Harry? ¿Él te dijo que no quería follarte y por eso vienes? ¿O simplemente ya os habéis aburrido?-Preguntó ella.
-Mel, vamos, sabes que yo nunca haría algo así, soy tu mejor amiga, me conoces, sabes que yo nunca lo haría, lo sabes, deja de pensar eso. Te quiero.- Le confesé.
-No te creo.- Dijo ella.
-¿Quién es Mel?-Dijo una voz conocida desde dentro de la casa.
-¿Está aquí mi hermano?-Le pregunté.
Ella miró el suelo.
-¡No le metas en esto! ¡Es solo un niño!- Le chillé.
-Yo me follo a quien quiero.- Dijo Melody cerrando la puerta de un porrazo, dejándome fuera.
-¡Eres una perra!-Le chillé a la casa.
Me giré, Nathan estaba en la entrada.
-¿Tú también?-Le pregunté.
-Tasha... Yo solo...
-Cállate.- Le dije pasando a su lado.- Sois todos unos idiotas. ¡Sé que soy estúpida e inmadura y que no soy una completa perra como ella, pero eso no quiere decir que ella sea mejor que yo!
Me fui corriendo de allí. Llegué a un parque que había no muy lejos de mi antigua casa.
-Estúpida, maldita perra. Ella no es perfecta, ni si quiera es inteligente, solo sabe hablar de estupideces. Es una maldita perra inmadura.- Dije pateando la hierba.
-¿Podrías no decir palabrotas? Mis hijos están aquí.- Dijo una mujer.
-Lo siento.- Le dije a la mujer.
-¡Tu eres Tasha Sparks! ¿La novia de Louis? Acaba de poner que volvéis a estar juntas.- Dijo una chica de unos diez años que estaba con los niños.
-Supongo que sí.- Le dije.
Cerré los ojos y sentí el viento contra mi cara. Todo era una mierda.

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