-¿Dónde estabas? Te
he estado esperando despierto.- Dijo Louis una vez llegué a casa de Harry.
Ya no se sentía como
mi casa.
Me senté al lado de
Louis.
-He ido a ver a
Mel.- Le dije.
-Harry me lo
explicó, absolutamente todo, incluso lo que pasó en la cama con Mel.- Dijo él
acariciándome el pelo.
-Yo no hice nada, te
lo juro, simplemente... es que ni si quiera sé porque está pasando todo esto. Y
ahora vuelves... ¿Qué es lo que está pasando? NO entiendo nada. Dijeron que no
estbas bien, pero yo te veo tan genial como siempre y...
-Es porque no me has
rechazado.- Me cortó Louis.
-Lou, creo que te
has obsesionado un poquito conmigo.- Le confesé.
-No, lo que pasa es
que me tienes totalmente enamorado.-Louis sonrió.-No quiero que nos volvamos a
separar.
Le miré.-¿Qué harás
si esto no funciona?-Pregunté.
-Supongo que estaré
triste, beberé hasta emborracharme y después tendré que ir a un psicólogo
porque no puedo dejar de pensar en ti y en tu siguiente estúpido novio.
-¿No me odias?-Le
pregunté.
-¿Por qué iba a
odiarte?
-Por que soy una
perra.
-No lo eres, no
hagas caso de lo que digan.
-Pero es que te hice
daño, a ti, a Mel, a Harry, a Emma, a mis padres, a mi hermano... no quiero que
nadie más a mi alrededor tenga problemas por mi culpa.
-No todo es tu culpa
pequeña.- Dijo Louis dándome un beso en la frente.
-Sí que lo es.
No comí nada en todo
el día, me sentía sola, Louis estaba a mi lado, pero me sentía sola, mi hermano
y Nathan estaban con Melody y Emma, Harry estaba en su habitación y auqnue
Louis estuviera conmigo en mi habitación leyendo un libro no podía dejar de
pensar en que era lo que había hecho yo para merecerme esto. No me merecía a
Louis, era demasiado bueno para mí, pero tampoco me merecía que todos mis
amigos me dejaran de lado.
Esa noche me llamó
mi padre.
-¿Cómo estás
cariño?-Dijo mi padre cuando cogí el teléfono.
-Genial papá.-
Mentí.
-Mentira, tu hermano
me contó todo lo que pasó, le llamé a él priemero porque sabía que me ibas a
mentir. Cariño, sé como debes sentirte, debes estar destrozada. Matty me dijo
que Louis estaba ahí, que confiaba en él, si tu hermano confía en Louis yo
confío en él también. Mira cariño, sé todo lo que te dije sobre tu Louis, no me
hagas caso, sé que te hace feliz, lo sé desde hace tiempo y ahora que todo esto
de la fama ha desaparecido del medio quiero que sepas que te amo, y no solo
eso, te apoyo en todo, igual que tu madre. No pienses en Mel, sabes como es,
mañana te llamará y te dirá que lo siente, que te quiere y que nunca más va a
dejar que pase nada como eso.- Me intentó tranquilizar mi padre.
-Está bien papá,
estaré bien.
Pero no lo estuve
durante las siguientes semanas, seguía viviendo en casa de Harry simplemente
porque no tenía otra a la que ir, además, también era la casa de Louis. Melody
no me llamó, no me hablaba y cada vez que la llamaba me colgaba, Harry no me
hablaba, mi hermano y Nathan se pasaban todos los días con Mel. Louis era el úncio
que estaba a mi lado, aunque también pasaba mucho tiempo con Harry, pero eso no
me molestaba para nada.
Pasaron los días y
no me hablaba con nadie, simplemente con Louis.
-¿Tasha?-Dijo Louis
abriendo cuidadosamente mi puerta.
-¿Sí?Pregunté
levantando la cabeza de mi libro.
-Enviaron una carta
para ti, te han aceptado en la Universidad de Londres, empiezas en septiembre
las clases.- Dijo Louis sentándose a mi lado.
-Lou.- Dije
mirándole a los ojos.- No quiero estudiar, me encontraré con mis antiguos amigos,
no quiero encontrarme con ellos.
-No va a pasar nada,
te sacarás la carrera de medicina y después podremos irnos a vivir a cualquier
sitio que quieras. ¿Querías ir a vivir a Nueva York no? Pues iremos allí.- Dijo
Louis.
Definitivamente, no
me lo merecía.
-No te merezco.- Le
dije.- Eres el mejor del mundo.
Él me dio un beso y
se estiró a mi lado.
-¿Qué estás
leyendo?- Preguntó él.
-Los juegos del
hambre.
-Ese libro te lo has
leído como unas cinco veces. ¿No te aburres de él?-Preguntó.
-No, me encanta la personalidad
de Katnis. ¡Quieres volver a verla peli?-Pregunté estirándome a su lado.
-Claro, cualquier
cosa por hacerte feliz.- Dijo él.
Puso la película e
inmediatamente miremos la pantalla que había en el techo de mi habitación.
-Te quiero pequeña.-
Dijo él dándome un beso en los labios.
-Te quiero bebé.- Le
dije devolviéndole el beso.
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