-Creo que será mejor que nos vayamos de aquí,
mi marido necesita descansar-Dije mirando a los chicos.
-No podemos irnos de aquí hay demasiadas fans,
necesitamos seguridad- Dijo Liam muy serio.
-¿Y qué más da que haiga fans? Les regaláis
una sonrisa y ya está.-Contesté.
-Es demasiado arriesgado, pero vamos a
intentarlo.-Dijo Zayn mientras me miraba con sus ojos miel. Me sonrojé y
sonreí.
Le di un beso a Kaan y le prometí que lo iría
a ver al día siguiente, y que le quería mucho, él me acaricio el pelo
seguidamente me dijo que me echaría de menos. Zayn fue el primero en salir,
detrás de él iba Harry, Louis, Niall y finalmente Liam, yo fui la última en
salir de la habitación. Bajamos las escaleras mientras Louis llamó a Paul para
que viniera con guardaespaldas sabiendo la que se avecinaba. Antes de salir hacia
fuera ya vimos que había demasiadas fans esperando a los chicos, prensa
intentando saber las últimas noticias, era increíble como sabían dónde estaban
los chicos en cada momento.
-Joder, no podemos estar tranquilos ni un
momento-Dijo Harry mirando la multitud.
-Voto para que nos quedemos a dormir aquí-
Dijo Niall riéndose.
Esperamos dentro del hospital hasta que llegó
Paul con los guardaespaldas, les costó entrar en el hospital.
-Por fin habéis llegado, es agobiante estar
aquí dentro sin poder salir-Dijo Louis.
-Lo siento, nos ha costado llegar hasta aquí,
han tenido que cortar el tráfico porque las fans se han puesto en la carretera
y no se querían ir, y no paran de llegar más y más fans y cada vez es más
complicado circular por aquí, la limusina os está esperando, seguid mis
instrucciones y no os separéis ni os paréis, ni miréis a las fans ni nada,
directos al coche.- Dijo Paul.
Nos dirigimos a la salida, Paul iba delante y
cada chico tenía 3 guardaespaldas, yo iba la última con Elainne.
Las fans empezaron a gritar, algunas chicas se
tiraron encima de los chicos, incluso le arrancaron un mechón a Harry, éste chilló. Paul y los
guardaespaldas hacían todo lo posible para que las fans no pegaran a One Direction,
los chicos subieron al coche mientras yo intentaba pasar entre la multitud. Una
vez dentro del coche a Harry se le cayó una lágrima, Niall lo abrazó.
-¿Estás bien Harry?- Pregunté. El me miró y
bajó la cabeza.
-No entiendo cómo pueden estar tan locas, ¿es
que nos quieren matar? ¡Me han arrancado un mechón!-Chilló Harry.
Los chicos y yo intentamos tranquilizarlo.
Durante todo el camino nadie dijo nada, Louis estaba mirando por la ventana,
Niall estaba comiendo, Liam escuchando música, Zayn con su iPhone chateando y Harry con la mirada
perdida. Yo me quedé encantada mirando como mi hija dormía entre mis brazos. El coche se paró delante de mi casa, antes de
bajarme les di un abrazo a cada uno, incluso a Liam, aunque siguiéramos
enfadados. Zayn se empeño en ayudarme con Elainne.
-Déjame que te ayude con la niña- Me dijo con
su dulce voz. Le agradecí la ayuda y otro abrazo. Me dijo que ahora se irían
camino al aeropuerto para coger su avión privado porque mañana tenían que estar
en Londres. Entré en casa, subí hacia la
habitación de Elainne y la metí en su cama, decidí llamar a Jess ya que hacía
mucho que no hablaba con ella, tardó a coger el
teléfono.
-¿Emily?- Dijo Jess.
-¡Jess! Tengo que contarte demasiadas cosas,
¿puedes venir a mi casa y te quedas a dormir?-Le pregunté.
-Ahora mismo vengo, lo preparo todo y en 5
minutos estoy aquí-Dijo Jess a través del auricular.
Cuando llegó Jess le conté lo que había pasado
en el hospital con la Señora Nasser, Samantha, Hans y los chicos, ella estuvo
callada escuchando mis relatos como si de un cuento se tratara, cuando acabé la
narración Jess preguntó varias cosas, la primera era si me gustaba Zayn, ella
sabía que eso era imposible, estaba casada y amaba a mi marido, no iba a ser
como esas cincuentonas que se pasaban el día poniendo los cuernos a sus marido
simplemente porque sí, amaba a Kaan, era la segunda cosa que más quería, la
primera no pienses que es Zayn, la primera es Elainne y si tuviera a otro hijo
u otra hija querría más a mi otro hijo u otra hija que a Kaan porque sería una
creación de los dos, de ninguno hombre más, solo de él. Después de dejarle bien
claro a Jess que no amaba a Zayn, que ni si quiera me gustaba, que solo le
quería como amigo, nos pusimos a ver Las Ventajas de ser un marginado, una
película que habían protagonizado Emma Watson, Logan Lerman y Ezra Miller, unos
grandes actores que siempre había amado. Después de la película el teléfono
sonó cuando Elainne lloraba. Cogí el teléfono mientras Jess insistía en ir ella
a por Elainne, una vez más el teléfono me hizo más daño que cualquier otra
palabra en el mundo.
-¿Señorita Nasser?- Preguntó la voz de un
hombre al otro lado del teléfono.
-Sí, soy yo.- Dije mirando como Jess corría
por las escaleras en busca de Elainne que seguía llorando.
-Llamo del hospital dónde está hospitalizado
su marido.- ¿Por qué me llamaban ahora? Hacía un par de horas Kaan había estado
perfectamente, no podría haber salido nada mal, las pruebas que le iban a hacer
eran unas pruebas totalmente sin riesgos, a no ser que se mareara cuando le
hicieran el tag, eso era lo peor que le podría salvar.- Su marido… Alguien
entró a la habitación del señor Nasser y él… No sabemos todavía que pasó, lo
único que sabemos es que cuando la enfermera fue su pulso era inexistente.
-Me está diciendo… me está diciendo que… que…
que…- Lágrimas empezaron a caer de mis ojos, me sentí mareada y exhausta,
cansada y sin ganas de hacer nada, por unos instantes dejé de escuchar al
médico que me decía si estaba bien, poco a poco empecé a ver peor, lo último
que pude ver fue a Jess correr hacia mí con Elainne en sus brazos.
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